“Hay que poner la alfombra roja a las empresas, a sus organizaciones representativas y a las personas que las impulsan”. Así lo ha manifestado el presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), Vicente Lafuente, en la Asamblea General de Delegados y Delegadas en la que ha hecho balance de 2020.
Para Lafuente, ha sido un año del que nadie ha salido indemne y que ha dejado lecciones. En primer lugar, ante una situación sobrevenida que provocó la intervención de las administraciones en el día a día de los negocios y la ciudadanía, cobró más fuerza que nunca el asociacionismo empresarial, poniendo de manifiesto la importancia del rol proactivo de organizaciones empresariales como FEMEVAL y sus asociaciones miembro. “En 2020, estuvimos presentes cuando el sector más nos necesitaba, ofreciendo toda nuestra estructura y medios para informar, asesorar y ayudar en la solución de problemas que amenazaban a nuestras empresas o representaban graves injusticias para las mismas”.
En segundo lugar, puso blanco sobre negro que las acciones unilaterales y las improvisaciones, además de ineficaces, son contraproducentes. Lo que prima es la cooperación, las respuestas coordinadas y la confianza en las entidades con conocimientos y experiencia en situaciones difíciles. Como tercer aspecto, hizo reflexionar sobre las ventajas del avance de la globalización y las cadenas de suministro globales. “Hay que diversificar las fuentes geográficas de aprovisionamiento y potenciar la cooperación de las empresas suministradoras y proveedoras de sectores estratégicos en la Comunitat Valenciana para impulsar nuestra producción industrial doméstica y con ello eliminar la dependencia de proveedores foráneos”. Y como cuarta lección, crisis de este tipo redundan en la necesidad de avanzar en las posibilidades y ventajas de la transformación digital de las empresas.
El presidente de FEMEVAL ha indicado que esta etapa de convulsión también puso en evidencia la capacidad de reacción política y provocó altibajos en la economía como consecuencia de las diferentes olas de coronavirus. Unas sacudidas que la federación siguió de cerca mediante encuestas periódicas para valorar su impacto laboral y económico en el metal. Así, sus consecuencias provocaron una caída de la facturación del 17% y una pérdida de 10.122 puestos de trabajo, al pasar de 200.000 a 189.591.
Pero a pesar de todo, el sector supo estar a la altura de lo que se esperaba de él. Y qué mejor demostración que haya iniciado 2021 mostrando los primeros síntomas de recuperación con un crecimiento del 3,9% de la actividad productiva.
Un esfuerzo que se vio reconoció con una edición especial de los XIX Premios FEMEVAL para hacer extensivos los galardones a todas las empresas de la industria, comercio y servicios del metal, sin distinción, con el lema “Este año todas ganamos”.
En estos meses, FEMEVAL tampoco paró de solicitar medidas a los responsables públicos como las recogidas en el documento Plan de Reactivación del Sector Metalmecánico. MEDIDAS PARA EL DÍA DESPUÉS”. Y continuó pidiendo incasablemente agilidad burocrática para la apertura o tramitación de empresas, menos subidas fiscales, no poner frenos a la inversión, un mayor impulso a la industria como sector estratégico, la mejora del nivel formativo para asegurar una mano de obra altamente cualificada, comprometida y adaptable para el sector; y que los fondos europeos se agilicen y lleguen a las pymes.
En la Asamblea se ha presentado la Memoria de Sostenibilidad de 2020. Un ejercicio que se cerró con 35 asociaciones y 2.828 empresas asociadas, y en el que FEMEVAL mantuvo un presupuesto prudente y ajustado a escenarios realistas y cautos que le ha permitido saldar el año con unas cuentas anuales equilibradas y con un estado de la tesorería que permite disponer de suficiente margen de actuación en cualquier escenario.
Para no paralizar el funcionamiento, a partir del confinamiento FEMEVAL sustituyó las reuniones, cursos y jornadas presenciales por webinars online, lo que conllevó una adaptación de las TICs de la organización. Como resultado cerró el año con 186 acciones formativas y 6.983 horas impartidas a 2.363 participantes y con la organización de cerca de 40 jornadas con 1.200 asistentes.
Los proyectos también siguieron su cauce como lo corrobora, entre otros, el desarrollo de un Mapa de Capacidades del sector metal, el diseño de una hoja de ruta de digitalización para las pymes (DigiMetal) y la Campaña de Promoción de la Seguridad Industrial en la Comunitat Valenciana que este año se centró en incorporar en las empresas la figura del Responsable de Seguridad Industrial, en impulsar la transformación digital de las operaciones de mantenimiento y en acciones preparatorias para organizar el I Congreso de Seguridad Industrial en 2021. Asimismo, se creó un simulador de Realidad Aumentada para simulacros de incendios y dos más de Realidad Virtual para PRL en taller y en instalaciones.
También hubo espacio en abril para retomar los objetivos trazados en el V Plan Estratégico para 2020 -2023 y la puesta en marcha de las actividades previstas. Y en la apuesta de FEMEVAL por una gestión empresarial transparente, centrada en la ética, igualdad y mejora continua, obtuvo el Informe favorable de Buen Gobierno de la Fundación ETNOR, así como el sello de igualdad del cuarto Plan de Igualdad para 2019-2021.
Repercusión:
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