SEIS MESES DE V脡RTIGO

Post P煤blico 14/07/2015 21 1.939
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Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, toca evaluar el primer semestre que dejamos atrás para entender por qué estamos exhaustos. Y es que han sido seis meses de vértigo en los que hemos necesitado grandes dosis de prudencia y paciencia para no marearnos ante tanta turbulencia económica y política.

Las píldoras de prudencia han sido vitales para enfrentarnos a un año que amanecía dejando entrever que eso de salir de la crisis podía empezar a ser una realidad. Pero, aunque los indicadores de crecimiento económico han apuntado en esta etapa en buena dirección, las más que desfallecidas empresas y economías familiares no hemos acabado de ver que ese maná llueva sobre nosotros.

Esta ligera mejoría económica se ha notado también en el mercado laboral, en el que ¡por fin! se ha creado empleo. Además, según las previsiones, la tasa de paro seguirá disminuyendo a un ritmo relativo más elevado que en cualquier otro país miembro y cerrará 2015 en el 21,5% de la población activa y se moderará hasta el 19,7% el año que viene. Pero, como decía, esta tregua no debe deslumbrarnos porque, según la OCDE, continuaremos siendo el segundo país con más paro tras Grecia.

Sobre las píldoras de paciencia, ¿qué decir? Pues que las hemos tenido que tomar con asiduidad para evitar el insomnio provocado por unos casos de corrupción política que no han parado de proliferar y que han acaparado cientos de portadas nacionales e internacionales. También nos han hecho falta para soportar la guerra de guerrillas que ha avivado la irrupción de unas nuevas formaciones políticas en las elecciones municipales y autonómicas, y que al final han acabado destronando a los príncipes del bipartidismo.

Llegados a este punto, con una economía que parece que empieza a remontar, con un empleo que está despertando de su letargo, y ante la expectación que genera el nuevo rumbo político que ha tomado nuestro país, tenemos que aprovechar esta inercia positiva y sumar sinergias para no caer en los próximos meses en los mismos errores del pasado.

Porque está claro que todos nos merecemos una alegría tras más de ocho años de penuria. Y para que esta alegría nos dure hay que empezar a reconocer de quién es el mérito, porque las medallas de la recuperación no se ponen solas. Hemos sido los empresarios, los trabajadores, la gente a pie de calle los que nos hemos dejado el pellejo para remontar una etapa de paréntesis político en la que las decisiones han estado varadas.

Por eso, ahora más que nunca la Administración, y en nuestro caso la valenciana, tiene una oportunidad única para aprovechar este viento favorable de cola fruto de nuestro esfuerzo. Un empujón que deberá ser utilizado para redoblar sus apuestas por un nuevo modelo económico en cuyo diseño estratégico participemos activamente todos los agentes sociales.

Por nuestra parte, desde FEMEVAL estamos abiertos a emprender una colaboración público/privada que tantas veces hemos solicitado en anteriores legislaturas. Así se lo trasladamos el pasado 9 de julio al nuevo President de la Generalitat Valenciana en un encuentro en la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). En ella, Ximo Puig aseguró que el Consell y las organizaciones empresariales van a trabajar conjuntamente para desarrollar un modelo productivo que tenga como objetivo el trabajo para todos los valencianos. Y adquirió el compromiso de estar al lado de las empresas valencianas para mejorar todos sus aspectos como la innovación, la producción o la capacidad de exportación.

Molt Honorable President, le tomamos la palabra. Confío en que estos próximos seis meses de 2015 serán decisivos para avanzar hacia una renovación del sistema productivo, con el punto de mira puesto en afianzar una política industrial que optimice las extraordinarias potencialidades del sector metalmecánico. Espero también que los acuerdos que se alcancen se mantengan vigentes en próximas legislaturas, porque ésta es la única garantía de estabilidad, progreso y bienestar social.

Estos son sólo algunos de los deberes para el siguiente semestre del año, que esperamos se tomen en consideración y nos ayuden a quitarnos la armadura de prudencia y paciencia. Sólo así podremos terminar este ejercicio con nota y con la satisfacción de haberla conseguido juntos.