Retos de la movilidad sostenible para la automoción y su industria auxiliar

Post Público 10/03/2023 15 1.589
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Administración y empresas deben trabajar de la mano como socios necesarios. Y ahí jugamos un papel clave los clústeres y las organizaciones empresariales.

 

Hace unos días tuve la oportunidad de inaugurar el “I Encuentro nacional de municipios del sector de automoción y componentes” en Almussafes. Todo un hito que permitió visibilizar la revolución que conllevó, en los años 70, la llegada de Ford para la sociedad valenciana. Pero, sobre todo, puso en valor la importancia de una industria auxiliar que ha crecido a su calor y expresamente para ella y que hoy goza de unos altos estándares y de prestigio propio.

 

Un espacio de debate y diálogo que sirvió para reflexionar sobre el momento tan particular que vive el sector industrial de la automoción, las claves de su futuro, así como exponer la problemática conjunta de todos los municipios donde se ubican las principales fábricas de automoción e industrias especializadas en el sector de componentes. Territorios en los que desempeña un peso específico un sector que supone el 10% del PIB, origina el 15% de toda la recaudación fiscal y conforma el 9 % del empleo nacional, con cerca de dos millones de personas ocupadas de modo directo e indirecto, con alto nivel de cualificación.

 

De ahí la necesidad de que haya una mayor flexibilidad y una gestión más ágil y rápida de la segunda convocatoria del Perte VEC. Sobre todo, porque el sector automovilístico ha aceptado el reto de liderar la transformación hacia una movilidad sostenible como garante de supervivencia. Un reto al que se enfrenta junto a su industria auxiliar y que, indudablemente, debe contar con el apoyo gubernamental para llevarlo a cabo y, además, hacerlo bien.

 

Las profundas transformaciones necesarias para adecuarse a los nuevos requerimientos del vehículo eléctrico conllevan unas importantes necesidades de financiación y, es obvio, que tienen un mayor calado para la industria auxiliar, mucha de la cual pertenece al metal. Por lo que también urge mimar y apostar por ella, porque estas empresas proveedoras también luchan por adaptarse a la nueva situación y trabajan incasablemente por ser más competitivas y flexibles.

 

Por ello, debemos reivindicar que la nueva línea permita que las empresas puedan presentarse directamente y se simplifiquen los requerimientos para optar a estas ayudas.

 

Al mismo tiempo, necesitamos que Europa marque plazos realistas que permitan la adecuación a las nuevas tecnologías y llevar a cabo los proyectos para poder dotarnos de toda la cadena de valor del coche eléctrico. Así como de los puntos de recarga necesarios que coadyuven a la compra de vehículos eléctricos.

 

Y en este proceso imparable queda otro reto, que no depende de la industria. La decisión de la Unión Europea de prohibir la comercialización de vehículos de combustión interna a partir de 2035 debe ir acompasada con incentivos para la renovación de los automóviles envejecidos y, por lo tanto, más contaminantes.

 

Un estímulo a la demanda que permita recuperar las cifras de fabricación de vehículos previos a las últimas crisis y que permita sostener las inversiones realizadas por los fabricantes para seguir atrayendo nuevos proyectos.

 

En este contexto, no podemos más que reivindicar, de nuevo, la colaboración público-privada. Y para ello es necesario que Administración y empresas trabajemos de la mano como socios necesarios. Un punto en el que juegan, jugamos, un papel clave los clústeres y las organizaciones empresariales.

 

Repercusión en medios:

EUROPA PRESS: Femeval reivindica "més flexibilitat" en el Perte VEC i que puga acollir-se la indústria auxiliar de l'automoció