MUJERES DE METAL

Post P煤blico 27/10/2022 5 1.286
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Acabamos de lanzar una campa帽a en la que hemos puesto el acento en dar a conocer referentes femeninos que han decidido encaminar su futuro laboral al metal.

Las protagonistas de la campaña "MUJERES DEL METAL" son Yolanda, Karen, Amparo y Magdalena cuatro mujeres emprendedoras que se han formado, trabajan, dirigen, luchan y demuestran que se pueden “feminizar” algunos oficios. Profesiones que por tradición han desempeñado hombres, pero en las que también tienen cabida ellas.

 

Pero, su caso no es frecuente. La industria, el comercio y los servicios del metal arrastran una fuerte tradición masculina. Además, son unos ámbitos laborales que las mujeres apenas consideran en sus expectativas de trabajo. También es cierto que su presencia está muy lejos de lo que sería deseable porque en determinadas ramas del metal apenas alcanza el 13%. Solo basta mirar a nuestro alrededor porque las cifras lo dicen todo: en reparación e instalación de maquinaria y equipos trabajan 106.500 hombres frente a 11.200 mujeres; en fabricación de productos metálicos 232.200 frente a 29.100; en la fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones 89.000 hombres y 12.800 mujeres; y en la venta y reparación de vehículos de motor asciende a 330.900 empleos masculinos ante tan solo 48.300 femeninos. Y en la mayoría de estos empleos, casi todas son en oficinas. 

 

Algo pasa. Y es que al origen de la masculinización o feminización de determinadas profesiones se une el factor cultural y educativo, sobre todo en las edades más tempranas, que hace que las mujeres sigan rehuyendo de ciertos trabajos que ofrecen más posibilidades de encontrar un empleo y un salario más elevado. Y nuestra responsabilidad es revertir este fenómeno.

 

Porque las características valoradas en las profesiones de nuestro sector, el metal, las puede poseer o trabajar cualquier persona, ya que no son intrínsecas a ningún género. Por eso, la primera actuación pasa por un cambio de mentalidad para empezar a trabajar las profesiones de manera transversal; actuando de aguas arriba cuando el alumnado está decidiendo su futuro profesional; y hacer atractiva la percepción de ciertos estudios como la Formación Profesional cuyas salidas son nada despreciables. Creo que es bastante evidente que, en realidad, el problema está en la educación que recibimos desde temprana edad. Desde cómo nos habla la sociedad, el profesorado, las amistades, familias, y, por su puesto, tampoco ayuda la falta de referentes femeninos.

 

El argumento de la fuerza también es un tópico. Las profesiones hoy en día dependen mucho más de la capacitación y de la tecnología que del uso de la fuerza. Hace unas décadas las mujeres no podían ser carteras porque supuestamente no podían con la saca. Con los carritos, esa excusa dejó de sostenerse.

 

Las personas podemos desarrollar competencias y aprender conocimientos con independencia de nuestro sexo. Por eso, pensar y enfocar a las personas hacia profesiones que sólo se corresponden con el estereotipo de su género es negarles posibilidades de desarrollarse en lo que realmente quieran, y, además, estamos privando a la sociedad de profesionales competentes. Con esta responsabilidad, desde VALMETAL, la agrupación empresarial para la innovación impulsada por FEMEVAL, nos hemos propuesto incentivar la incorporación de la mujer al metal. Porque es un sector para todos y todas. Y además nuestras empresas lo piden.

¿Y cómo lo hemos hecho?  
Poniendo en marcha la campaña MUJERES DE METAL, una iniciativa con una actitud “girl power” y espíritu “metalero”, inspirada en el universo del heavy metal, que busca subir los decibelios y empoderar a las mujeres para que reclamen su lugar en un sector que genera 200.000 empleos. Y aquí me gustaría hacerle un guiño al apoyo de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, porque nos permite sumar esfuerzos para poner en valor y abanderar la igualdad de oportunidades en el sector del metal con esta campaña en la que damos voz a mujeres mantenedoras de ascensores, soldadoras, CEO ingenieras y gerentes de empresas del sector. Pero, sobre todo, fabricantes de su propio futuro y dueñas de su destino, que nos cuentan su experiencia y animan a otras a seguir sus pasos.

 

Todas ellas MUJERES DE METAL porque son firmes, sólidas, con capacidad de adaptación, dúctiles, pero sobre todo brillantes como el metal. Y que nos dejan su testimonio para animar a que otras se incorporen a un sector en que es para todos y todas y que, sobre todo, genera oportunidades de trabajo y de vida. Mensajes como que pierdan complejos y que no se dejen avasallar, que sigan peleando y que demuestren lo que valen, esforzándose cada día para enfrentarse a batallas que ya se están ganando porque las cosas han cambiado muchísimo. Y como acertadamente dicen, en este sector y en cualquier otro, todas las personas somos iguales. Nadie es más ni menos.



Así que prediquemos con el ejemplo de Yolanda, Karen, Amparo y Magdalena para darle una vuelta a esta situación.