Herederas de la brecha de g茅nero

Post P煤blico 06/03/2020 9 2.149
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Cristina es una joven heredera de mujeres que han querido que sus hijas y nietas despeguen donde ellas no pudieron por el empe帽o hist贸rico de invisibilizar el talento femenino.

Hace unos días, al pasar cerca de un parque, escuché cómo debatía un grupo de gente joven de 15 años sobre la igualdad entre mujeres y hombres. Y me llamó sobremanera la atención el comentario de una de las chicas: “La teoría me la sé, soy mujer y la Ley dice que somos iguales. Pero una cosa es la teoría y otra la realidad, porque no comprendo por qué aún nos seguís valorando por nuestra belleza y no os fijáis en lo que hay dentro de nuestra cabeza”.

 

Esta pregunta al aire me hizo reflexionar, porque esa joven -Cristina, por cómo oí que le llamaban- ha aprendido de su madre y de su abuela quién es, pero también lo que no quiere ser. Ella forma parte de una nueva generación que está viviendo la explosión del movimiento por la igualdad entre hombres y mujeres y que está siendo educada para que sepa que es igual a los hombres.

 

Cristina, como otras jóvenes que han nacido en el Estado de bienestar y han conocido luego la crisis económica, es heredera de mujeres que han querido que sus hijas y nietas despeguen donde ellas no pudieron por el empeño histórico de invisibilizar el talento femenino. Y este 8 de marzo se conmemora su día. Una celebración dedicada a las mujeres que son madres, hijas, hermanas, esposas, trabajadoras por cuenta propia o ajena... Mujeres que velan por sus hogares. Que sortean mil obstáculos para conciliar su vida familiar, laboral y personal. Y, sobre todo, mujeres que tienen que demostrar a cada instante que pueden, que saben hacerlo y que además lo hacen bien.

 

Pero todo ello, raramente viene acompañado de un reconocimiento. Y Cristina, a pesar de su corta edad, ya es consciente de que la desigualdad entre mujeres y hombres persiste en todos los ámbitos de la vida, desde las formas más extremas a las menos perceptibles. Nuestra sociedad sigue teniendo que hacer frente a retos fundamentales para alcanzar la igualdad real y efectiva. Una tarea que, como bien decía Cristina, aún no hemos conseguido porque la brecha de género no es una cuestión del pasado, sigue muy latente en el presente. Pensemos en nuestra vida cotidiana: ¿realmente hay igualdad? La respuesta es negativa. Así lo demuestran las cifras sobre salarios medios, empleo, datos sobre conciliación, cargos de responsabilidad e inclusión social, por poner solo algunos ejemplos.

 

Las Naciones Unidas han puesto 2030 como horizonte para conseguir una igualdad plena entre hombres y mujeres. Pero el Foro Económico Mundial advirtió, ya en 2017, que hace falta más de un siglo para alcanzar esa igualdad real. Y si la predicción es correcta, ni jóvenes como Cristina ni probablemente las que vendrán después la vivirán en total plenitud.

 

Poner fin a la desigualdad de la mujer es una cuestión que nos concierne a todos y todas. La estrategia pasa por poner el acento en las personas, sin distinción de género, y marcarse objetivos para sistematizar la integración de la perspectiva de género en cualquier organización. Y una fórmula son los Planes de Igualdad. Las empresas encaran este 2020 con una asignatura todavía pendiente en materia de paridad y que el Consejo de Ministros ha regulado para promover la igualdad efectiva en el mercado laboral. Así, a partir del 8 de marzo las empresas de más de 150 personas en plantilla ya deben disponer de este plan. En la misma fecha de 2021, tendrán que tenerlo las de más de 100 trabajadoras y trabajadores y en 2022 todas las de 50 personas trabajadoras o más estarán obligadas a tener elaborado y registrado un plan de igualdad.

 

Una tarea que no es tan difícil. Es solo cuestión de proponérselo. Y los beneficios para todos y todas incalculables. En FEMEVAL ya fuimos pioneros hace diez años con la implantación del primer Plan de Igualdad. Y ya vamos por el cuarto con el que de nuevo hemos vuelto a obtener el Sello Fent empresa de la Generalitat Valenciana

 

En nuestra federación tenemos interiorizado el principio de igualdad entre hombres y mujeres, y existe un elevado nivel de sensibilización. Al respecto, nuestro Cuarto Plan de Igualdad de Oportunidades (2019-2021) se estructura en cinco ejes de actuación que contemplan programas de conciliación con medidas de flexibilidad laboral y de salud laboral, así como beneficios sociales para ayudar a los empleados y empleadas en su vida personal y familiar; un sistema de selección y contratación que regula el proceso de incorporación a la organización garantizando el principio de igualdad de oportunidades; un sistema retributivo que garantiza la equiparación salarial; así como la clasificación profesional, promoción y formación.

 

Como decía, para que la igualdad sea una realidad es importante tener presente que no basta con la acción de los gobiernos. La ciudadanía debe activarse en consecuencia mediante la apropiación de los derechos y la capacidad para hacerlos valer. Y todo para que personas como Cristina dejen de ser herederas de esta injusta, inexplicable y discriminatoria brecha de género que aún perdura en pleno siglo XXI.