EL CAMAROTE DE LOS HERMANOS MARX

Post P煤blico 18/05/2016 22 2.074
  • |
  • |

Si hay alguna escena mítica de la historia del cine es la del camarote de los Hermanos Marx. En su película “Una noche en la ópera” ironizaban, en tono cómico y exagerado, sobre cómo llenar un espacio de forma surrealista. Polizones, fontaneros, camareros, limpiadoras, manicuras… así hasta 18 personajes variopintos que se mueven sin cesar en el camarote recreando una situación de delicioso caos, mientras Groucho insiste en decir “Pasen, pasen, al fondo hay sitio todavía”.

Me he permitido elegir este símil porque es una situación parecida a la que perciben las empresas del sector metalmecánico en su día a día. Una actividad frenética en la que intervienen clientes, proveedores, facturas, nóminas, impuestos, estrategias comerciales, planificaciones, entidades financieras, vaivenes de coyunturas geopolíticas… Un conjunto de actores y factores internos y externos que convierten su aventura empresarial en una carrera interminable de obstáculos de la que tratan de salir, no siempre, victoriosos. Esta es una de las conclusiones que hemos extraído del encuentro anual que FEMEVAL organiza con sus asociaciones para tomar el pulso del sector metalmecánico.

La sensación generalizada es de preocupación tras mucho esfuerzo. Así, y tras cerrar un año en el que la industria, comercio y servicios del metal habían conseguido despegar, el primer trimestre de 2016 ha traído una más que preocupante paralización de este indicador. Las causas son diversas, pero ante todo se acusa la situación de desgobierno en el que está sumergido este país.

Frente a esa inestabilidad política, sí que se valora de forma positiva que nuestra Comunitat cuente con un Consell estructurado, con el que las organizaciones miembro de FEMEVAL solicitan interactuar de una forma más activa para, entre todos, avanzar hacia buen puerto.

Las medidas a abordar abarcan la puesta en marcha de actuaciones que reduzcan la economía sumergida y competencia desleal que manifiestan los instaladores eléctricos y de climatización y frío; el abono de facturas a las empresas de material quirúrgico; o una moderada subida de impuestos que, como el IBI, no pongan en la cuerda floja a sectores como el de talleres y reparación de automóviles y el de garajes, aparcamientos y servicios de lavado y engrase.

La falta de mano de obra cualificada es otra demanda de las empresas de matricería, a la que se le une la solicitud de los instaladores y mantenedores de sistemas de protección contra incendios de un mayor cumplimiento de la Ley en esta temática, así como una solución que ponga fin a la dificultad que para los comerciantes de electrodomésticos supone el RAEE. Estas son sólo algunas de las necesidades más acuciantes de nuestras empresas a las que añadimos dos más de FEMEVAL. La relativa a la implantación de una adecuada política industrial y otra en materia de gestión público-privada de la Seguridad Industrial para cumplir con la vigilancia en esta materia.

Como organización empresarial tenemos las ideas muy claras sobre los problemas que acechan a nuestro sector y también muy claras las soluciones. Y una de ellas pasa por abrir la puerta de ese camarote para que la actividad de las empresas, sobre todo la de las de menor tamaño, fluya. En FEMEVAL tenemos la llave y se la tendemos a nuestros dirigentes para asegurar el crecimiento y desarrollo de un tejido productivo, como el metalmecánico, que necesita espacio para seguir generando riqueza y empleo y oxígeno para subsistir.