DE DEBATES, DIMES Y DIRETES

Post P煤blico 22/12/2015 14 1.969
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Llevamos semanas asistiendo a debates de todos los formatos posibles habidos y por haber. Debates a cuatro bandas, con grandes ausencias y a pecho descubierto. Debates cara a cara, repletos de reproches y vacíos de contenido. Debates en los que los candidatos se sitúan en las antípodas unos de otros y en los que es imposible alcanzar cualquier atisbo de entendimiento. Fórmulas electorales, en definitiva, en las que el todo vale y en las que nadie gana. 

Pero como suele decirse la única verdad que acaba venciendo es la realidad. Y ésta nos la ha brindado en bandeja de plata el escrutinio de las urnas que dibuja un congreso fragmentado, sin mayorías ni posibles pactos claros para poder gobernar. Así que, pese a quien le pese, a las diferentes formaciones políticas les toca poner las cartas boca a arriba para empezar a gobernar de una forma diferente a la acostumbrada.

Toca dejar atrás la hermética costumbre de hacer las cosas porque sí para dar paso a la gobernabilidad. Y esto significa, por un lado, alcanzar una estabilidad institucional y política en la que prime un mayor consenso y efectividad en la toma de decisiones y un correcto arte de gobernar. Y, por otro, conseguir un mayor grado de cooperación e interacción entre el Estado y los actores no estatales. Este es el único camino, ¡ya no queda otro!.

Así que toca empezar a trabajar en equipo sumando voluntades, opiniones, conocimientos y recursos por una causa común. Y la más urgente a estas alturas es reducir el alto nivel de desempleo. Esto exige disciplina y, sobre todo, respeto y fomento de la labor que hacemos los empresarios. Y mucho más cuando en estos meses de campaña uno de los argumentos más recurrentes del Gobierno ha sido el haber conseguido generar empleo. Sí, no lo vamos a negar, pero también se olvidan de mencionar quién lo ha generado. El Estado no es una máquina de hacer contratos, los verdaderos protagonistas somos las miles de empresas, pequeñas, grandes y medianas, que cada día levantamos nuestras persianas. Y en mayor medida las pertenecientes a sectores productivos como el metal porque somos las que estamos llevando a buen puerto el barco de la recuperación.

Así que ha llegado la hora de la verdad. Una de las primeras tareas que solicitamos al nuevo Gobierno es que ponga el foco en recuperar el peso relativo de la industria en el PIB de la economía. Y aquí me sumo a las acertadas palabras del presidente de CIERVAL, José Vicente González, que no quiere un país de servicios ni que España sea el centro geriátrico de Europa. Nuestros vecinos alemanes tienen una industria que representa el 30% del PIB y en el resto de países europeos llega al 19%. En nuestro país apenas alcanza el 14%.

Hemos salido de la recesión pero aún no hemos salido de la crisis. Que lo tengan claro los que ahora empiezan a gobernar. Sólo les decimos que cuenten y que cuentan con el respaldo de un tejido productivo fuerte y en constante crecimiento y con sus organizaciones empresariales representativas como FEMEVAL. Y, lo más importante, que se dejen de andar en dimes y que hagan tangibles, de una vez por todas, sus promesas.