¿En qué consiste la taxonomía verde?
La taxonomía medioambiental es un sistema de clasificación cuyo objetivo es clarificar y clasificar qué inversiones y actividades económicas son sostenibles en el contexto del Pacto Verde Europeo. Este ejercicio, pionero a nivel global, establece seis objetivos ambientales:
Mitigación del cambio climático
Adaptación al cambio climático
El uso sostenible y la protección de los recursos hídricos y marinos
La transición a una economía circular
Prevención y control de la contaminación
La protección y la restauración de la biodiversidad y los ecosistemas
En la siguiente infografía podrás encontrar la relación de estos objetivos con los ODS de la Agenda 2030:
Desde el Pacto Mundial de España, afirman que la Taxonomía Verde Europea está liderando el camino hacia la realización de prácticas más ecológicas por parte de las empresas. Gracias al establecimiento de criterios y estándares más claros, las empresas lo tienen más fácil para contribuir a los ODS en el área medioambiental o a la “A” de los criterios ASG.
El Pacto Mundial, describe los pasos esenciales para que las empresas puedan aplicar la taxonomía verde europea, así como los Bonos Verdes europeos:
3. Pasos claves para alinear la actividad empresarial con la taxonomía verde
Para facilitar la alineación empresarial con el catálogo europeo, hemos querido poner el foco en los principales pasos que indica la guía de usuario de la Unión Europea y su nueva herramienta, EU Taxonomy Navigator. Para ello, tenemos que seguir estos cuatro pasos:
Comprueba si las actividades coinciden con las listadas en la taxonomía europea
Identifica las actividades incluidas en la taxonomía europea
Evalúa si las actividades reúnen los criterios técnicos
La alineación con la taxonomía verde europea no solo es una obligación para participar en el mercado, sino también una oportunidad para las empresas de liderar el camino hacia un futuro más sostenible.