FEMEVAL y el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) han presentado hoy los resultados del “Estudio de evaluación ergonómica de puestos de trabajo con enfoque de género". Un análisis pionero con el que se introduce la perspectiva de género en materia de salud laboral para conocer y actuar ante las particularidades y necesidades diferentes de hombres y mujeres, en aspectos relacionados con la ergonomía que tienen un impacto directo en el desarrollo de trastornos musculoesqueléticos derivados del trabajo.
Esta evaluación de los riesgos diferenciales incluye el enfoque femenino en la ocupación y adaptación de los puestos de trabajo de un sector donde las mujeres representan el 18% (frente al 45,5% que supone su presencia en el conjunto del mercado laboral). Por ello, se está trabajando en modificar esta tendencia e incorporar a la mujer en ocupaciones industriales.
Este estudio, subvencionado por la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, y en el que todas las personas del IBV involucradas en su desarrollo han sido mujeres (directora e investigadoras), facilita la adecuación ergonómica de los puestos de trabajo en función del sexo, para con ello promover la presencia femenina en las empresas del metal y avanzar en la construcción de la igualdad de género en el sector.
Los resultados se agrupan en dos apartados. En el primero se describen las claves para considerar el género en la evaluación ergonómica. Y en el segundo aquellos puestos de trabajo que no se adaptan a las características de todas las personas que los ocupan, así como sus principales riesgos ergonómicos y recomendaciones para la adecuación ergonómica con enfoque de género.
En concreto, el estudio de FEMEVAL e IBV analiza tres puestos representativos del sector metal de la Comunitat Valenciana como son la carga y descarga de bastidores, el montaje de piezas metálicas y el torneado en torno paralelo. Trabajos que presentan problemas ergonómicos con enfoque de género provocados por manipulación manual de cargas, adopción de posturas forzadas, tareas repetitivas y/o aplicación de fuerzas.
Señalar que, dentro de los sectores industriales, numerosos puestos de trabajo que ocupan las mujeres están asociados a tareas repetitivas de miembros superiores y requieren una importante destreza manual, mientras que los que necesitan aplicar fuerza y la manipulación de elementos más pesados suelen ser realizados por hombres.
Por tanto, el principal objetivo de esta acción es informar y sensibilizar sobre riesgos ergonómicos derivados de la falta de adecuación ergonómica con enfoque de género a las empresas del metal de la Comunitat. En la jornada, Unión de Mutuas ha dado a conocer también los datos epidemiológicos y siniestralidad por TME del sector del metal con perspectiva de género.
Las recomendaciones ergonómicas de mejora, entre otras, en la manipulación de cargas (aquellas de 3 o más kilogramos que pueden suponer un potencial riesgo para la zona dorsolumbar de la espalda) se centran en tomar medidas para su levantamiento y transporte mediante la automatización o la mecanización de los procesos; utilizar ayudas para el transporte sustituyendo la manipulación por un empuje (carros, transpaletas, grúas…), o emplear ayudas mecánicas (carretillas, grúas o equipos de levantamiento por vacío). Asimismo, no se aconseja manipular cargas de más de 25 kg. Por su parte, la altura más favorable de empuje y arrastre es la del codo, para mantener una postura neutra (muñecas sin girar, desviar o flexionar, brazos pegados al cuerpo, codos a 90º y cuello y tronco erguidos) y optimizar la transmisión de fuerzas. Y siempre es preferible empujar una carga que arrastrarla.
Para los movimientos repetitivos se recomienda el rediseño del puesto para mejorar las posturas de trabajo, adecuar las dimensiones o introducir nuevos elementos o equipos para reducir el número de repeticiones, como, por ejemplo, sustituir herramientas manuales por otras eléctricas o neumáticas. Si la tarea lo permite, diseñar los puestos de trabajo para que puedan emplearse ambos brazos y/o manos para repartir la carga de trabajo entre ambos lados. Por su lado, se insta a una correcta planificación de rotación con otras tareas más ligeras y/o que requieran utilizar grupos musculares diferentes, alternando con descansos puede disminuir la carga física mantenida en dichos miembros anatómicos.
Sobre las posturas forzadas, se incide en la importancia de la formación para adoptar una postura de trabajo correcta, ya que la seguridad depende en parte del método de trabajo seguido; en adecuar la altura de trabajo para reducir flexiones de brazos, tronco y cuello y reducir alcances; y en proporcionar herramientas extensibles para acceder y alcanzar zonas difíciles para así evitar posturas forzadas, sobre todo de mano-muñeca. Uno de los principales factores diferenciales en la correcta adaptación de los equipos y herramientas entre hombres y mujeres son las dimensiones corporales, que son de hasta un 20%.
Asimismo, se considera beneficioso cambiar de postura intercalando unas tareas con otras que impliquen movimientos diferentes y requieran utilizar grupos musculares distintos o facilitar rotaciones. Y cuando el trabajo se realice entre dos personas, lo más recomendable es que ambas tengan estaturas similares para que sea posible establecer una altura de trabajo adecuada.
Respecto al uso de herramientas, se recomienda, si es posible, utilizar herramientas eléctricas en vez de manuales para reducir el esfuerzo de manos, brazos y espalda y realizar menos movimientos repetitivos. Al respecto, el mango debe proporcionar el máximo contacto entre la herramienta y la mano (o guante), teniendo en cuenta que, entre hombres y mujeres se observan diferencias antropométricas de hasta un 20%. Además, se debe tener en cuenta la fuerza de agarre necesaria (la fuerza de las mujeres es un 20% menor que la de los hombres). Sobre el peso aceptable, debe estar entre 0,9 kg y 1,5 kg y el máximo no debería exceder de los 2,3 kg.
Inauguración: Javier Murcia, responsable de gestión de la innovación de Unión de Mutuas, Marcel Cerveró, responsable del Área de Calidad, Medio Ambiente y Seguridad de FEMEVAL y Mercedes Sanchis, directora de Innovación en Bienestar y Salud Laboral del IBV
Presentación del proyecto: Raquel Poveda, Purificación Castelló y Sonia Serna, investigadoras del IBV
Este proyecto cuenta con el apoyo de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo en el marco de las ayudas en materia de colaboración institucional, a través de acciones sectoriales e intersectoriales mediante programas o actuaciones en materia de prevención de riesgos laborales en la Comunitat Valenciana para el ejercicio 2021.
Repercusión en medios:
EL PAÍS: Cómo feminizar el sector del metal
VALENCIA PLAZA: Un estudio introduce la perspectiva de género para incrementar la presencia femenina en las ocupaciones industriales
EUROPA PRESS: Perspectiva de género para incrementar la presencia femenina en las ocupaciones industriales
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