La respuesta es SÍ. Con la llegada del coronavirus, el teletrabajo ha pasado a ser de una opción poco habitual a una necesidad. Las personas trabajadoras nos hemos visto obligadas a crear oficinas en las casas, con dispositivos a nuestro a alcance como un ordenador o una impresora.
Y aquí es donde surgen dos problemas. Uno que no todas las tareas del trabajo se deberían realizar en casa, como por ejemplo imprimir documentos donde haya datos privados como formularios, correos electrónicos, nombres, números, contratos, acuerdos, información confidencial, etc., ya que podemos infringir la Ley General de Protección de Datos (GDPR). Y otro viene provocado por la incorrecta eliminación de la documentación.
Esta situación hace replantear la importancia de que las empresas formen y asesoren a sus personas trabajadoras sobre los peligros que conlleva el incumplimiento de la Ley de Protección de Datos (GDPR).