Con el año recién estrenado, me gustaría retomar un post que escribí exactamente en 2016 por estas fechas. Con el título ¡Cómo está el portal queridos Reyes Magos! aludía a que el nuevo año había llegado cargado de polémicas tan dispares como la generada por la presencia de mujeres representando a sus Majestades en las Cabalgatas, la falta de consenso sobre quién debía presidir Cataluña, y el que, entre tanto, los empresarios seguíamos haciendo camino sin opción a detenernos ni alejarnos de él.
¡Lo que son las cosas porque 2018 comienza exactamente igual! Las Cabalgatas de Reyes continúan abonadas a la polémica, sobre todo política. Asimismo, sigue sobrevolando el futuro incierto sobre quién gobernará en Cataluña, y los empresarios, cómo no, continuamos manteniendo a flote nuestros negocios y plantillas sin el suficiente apoyo y reconocimiento por parte de nuestros dirigentes.
Así que empezaré esta nueva Carta a los Reyes Magos diciendo que si algo hemos hecho bien las empresas y sus organizaciones representativas en 2017 ha sido nuestros deberes. Así lo demuestra el haber consensuado con Comisiones Obreras (CCOO PV) y la Unión General de Trabajadores (UGT-PV) el Convenio Colectivo Provincial para la Industria, Tecnología y Servicios del Metal de Valencia, que alcanza a 76.000 trabajadores con un periodo de vigencia de tres años. En él primó, una vez más, la voluntad y responsabilidad de las partes integrantes de la Comisión Negociadora para cerrar un acuerdo que garantiza la paz social, se adapta a la realidad de las empresas del sector metalmecánico y refuerza la estabilidad de cerca de 76.000 trabajadores.
Otra de las actuaciones cumplidas fue conseguir racionalizar las organizaciones empresariales como se ejemplariza con la creación de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), un nuevo modelo de patronal regional sustentado en sectores y empresas, en lugar de apoyarse en viejas fórmulas compuestas por organizaciones provinciales. Otro hito, sin lugar a dudas, fue la puesta en marcha en junio de la Confederación de Organizaciones Empresariales Industriales de la Comunidad Valenciana (CONFEINDUSTRIA CV) integrada por cerca de 12.700 empresas industriales pertenecientes a ASCER, ATEVAL, AVECAL, FEMEVAL y FEVAMA. Una innovador fórmula de organización empresarial nacida para vertebrar e hilvanar todo el entramado industrial de nuestra Comunitat. Su objetivo: alcanzar la máxima representatividad del sector más sólido, productivo, innovador, de mayor valor añadido de la economía, y el que mayor volumen genera de riqueza y puestos estables y de calidad.
También defendimos y planteamos medidas para paliar aspectos tan cruciales como el intrusismo que afecta a las empresas del metal. Un control que llevamos más de 20 años reclamando a la Administración para garantizar la seguridad de las instalaciones y de los usuarios.
Por supuesto como federación también cumplimos con nuestros deberes al cerrar el año con una autonomía financiera del 100% sin dependencia de subvenciones externas, lo que garantiza nuestra viabilidad como organización saneada y autosuficiente. Y lo más importante estuvimos a la altura de las expectativas de nuestras empresas en lo referente a oferta de servicios de calidad y vanguardia. Y todo ello, precisamente en el marco de celebración de nuestro 40 aniversario.
Si tuviera que detallar la lista de deberes realizados haría este post interminable... Por eso, creo que estas pinceladas demuestran que nos hemos portado muy bien, por lo que merecemos por parte de Sus Majestades que nos traigan lo que llevamos años pidiendo en nuestras cartas.
En primer lugar, confianza en nuestra labor como empresarios sobradamente capacitados para ejercer como locomotora de la maquinaria productiva. En segundo, una actitud proactiva a la Administración para que siga escuchando a una sociedad civil que reclama hechos para asentar las bases de una economía sólida que tanta falta nos hace. Y como tercera petición, esa ya más que solicitada política industrial cuyos documentos base -RIS3, PEIV y la Agenda Industria 4.0- ya están hechos y esperamos no se paralice por falta de voluntad política ni de dotación presupuestaria. Nuestro mejor regalo sería que la Administración fuera de capaz de consensuar, entre todos, un plan industrial a largo plazo que vaya más allá de esta legislatura.
En esta ocasión, la lista es breve. Pero escrita desde el sentido común.