La Diputación lanza nuevas ayudas a la compra de vehículos eléctricos

Noticia Público 28/06/2018 0 734
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Dotará 750.000 euros de su presupuesto, en los que también se incluirá la subvención a la instalación de puntos de recarga.

Las instituciones comienzan a mostrar su compromiso con el cambio de paradigma de movilidad y unos transportes respetuosos con el entorno. La Diputación de Valencia ha publicado una nueva línea de ayudas a la compra de vehículos eléctricos para la que dotará 750.000 euros de su presupuesto, en los que también se incluirá la subvención a la instalación de puntos de recarga.

A este programa de ayudas podrán acogerse los municipios de la provincia de Valencia, que podrán optar hasta a 20.000 euros por localidad para la renovación progresiva de sus flotas municipales.

María Josep Amigó, vicepresidenta de la Diputación, ha cifrado en 140.000 toneladas las emisiones de CO2 que podrían ahorrarse desde los municipios valencianos tan solo con sustituir una cuarta parte de los vehículos ligeros por sus equivalentes en versión eléctrica.

Para ello, desde la corporación provincial buscan contribuir económicamente con estas ayudas a la compra de vehículos eléctricos, de forma que los consistorios puedan no solo renovar su parque de vehículos, sino también instalar puntos de recarga para que las baterías puedan estar en constante funcionamiento.

Con ello, se busca no solo fomentar la sustitución de vehículos, sino aumentar las acciones englobadas en la lucha contra el cambio climático impulsada a nivel provincial por la Diputación de Valencia, que coordina el Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía. Un compromiso adquirido por la corporación municipal al que desde Aselec nos sumamos en el tour de Municipis Sostenibles, en el que aportamos nuestro granito de arena para la difusión de información técnica y concienciación sobre estos problemas.

Este plan de ayudas a la compra de vehículos eléctricos, al que podrán optar municipios de las distintas comarcas valencianas, busca ser una aportación más en el objetivo final de reducir las emisiones de CO2 un 40% antes del año 2030, además de mejorar aspectos clave como la eficiencia energética, el uso de fuentes de energía renovable y las medidas para paliar y adaptarse a las consecuencias del cambio climático.