Los partidos tienen una oportunidad única para demostrar que saben anteponer los intereses de la sociedad a una polarización política que hace imposible el consenso y llegar a acuerdos.

Es incomprensible que haya gente parada cuando todos los sectores, sin distinción, estamos buscando personas trabajadoras y no las encontramos.

Vivimos tiempos de escasez de talento. Y el origen de esta sequía está en una oferta educativa que no se adapta a la realidad laboral.

Decisiones arbitrarias como los ámbitos de negociación de los convenios colectivos o las subidas del SMI con amenazas son el claro ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas.

El nuevo Gobierno no debe olvidar que la mejor política social es que la gente tenga empleo, y quien lo genera somos las empresas. Y no vamos a tolerar más ataques continuos a nuestro rol social.

El nuevo Consell no debe olvidarse de liberar recursos suficientes para posicionar en primera línea de salida al metal dentro de los presupuestos para 2024

Las empresas no entendemos de estrategias políticas escalonadas para mover a otras del sillón, ni nos regimos por programas electorales fugaces.

Los accidentes laborales mortales aumentaron un 18% en 2022. Una pérdida de vidas humanas ante la que no podemos quedarnos impasibles, porque muchas podrían haberse evitado.

Administración y empresas deben trabajar de la mano como socios necesarios. Y ahí jugamos un papel clave los clústeres y las organizaciones empresariales.

Cuando los vientos no son favorables nunca se plantea gestionar mejor la Administración, sino que la solución rápida pasa por apretarnos aún más el cinturón a las empresas